te traemos los lugares mas fascinantes del pais del conde Drácula
Hoy en el blog te traemos esta entrada con 3 sitios cautivantes de Rumania para que si estabas pensando en viajar a Europa, la tengas en cuenta.
Sobre Rumania
Rumania es un país europeo situado en la intersección entre Europa Central y Europa del sureste. Limita con países como Bulgaria, Serbia, Hungría y Ucrania y, además, con el mar Negro.
Su capital y ciudad más poblada es Bucarest, que cuenta con más de 2.000.000 de habitantes.
Una de las principales regiones turísticas es Transilvania, cuya capital tradicional es Alba Lulia. Otras ciudades principales son Braşov y Sibiu, que fue elegida como Capital Europea de la Cultura junto a Luxemburgo. En esta región se asientan algunos de los lugares más cautivantes de toda Europa. Transilvania contiene tres conjuntos de sitios considerados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La arquitectura tradicional que sobrevive al tiempo conjuga la densa historia rumana en un estilo muy particular que une el gótico con las construcciones de arquitectura popular de madera —tradición del siglo XVIII que todavía continúa—.
Aquí te contamos sobre tres de los más impactantes lugares para visitar en Rumania.
Ahora si… los 3 sitios cautivantes de Rumania
Sibiu
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Sibiu es una de las ciudades principales de Rumania. Aproximadamente cuenta con 140.000 habitantes y fue erigida hace más de 800 años: aproximadamente en el siglo XII sobre las ruinas de una antigua ciudadela romana.
La ciudad cuenta con un casco antiguo que se extiende a lo largo de la ribera derecha del río Cibin, sobre una colina. De esta particularidad surgen las denominaciones que dividen la ciudad: Ciudad Alta y Ciudad Baja.
La Ciudad Baja tiene calles anchas —típicas del Medioevo— y la mayoría de sus edificios antiguos han sido destruidos para responder al desarrollo industrial. La edificación que sí se mantiene es la iglesia más antigua de la región, que data del año 1336.
La Ciudad Alta, en cambio, contiene en pocas cuadras los puntos de interés arquitectónico y turístico centrales de la región. En la denominada Plaza Grande, que destaca por su imponente belleza, se encuentra el palacio Brukenthal, uno de los monumentos emblemáticos del estilo barroco. Cerca de la plaza se encuentra la Torre del Consejo, un símbolo de la ciudad, y el Puente de los Mentirosos, que abre la denominada Plaza Pequeña.
Brașov
La ciudad de Brașov es otro de los puntos llamativos de toda Rumania. Está ubicada a una distancia conveniente de otras atracciones para el turista: los balnearios del Mar Negro, Sibiu, Moldovita, Bucarest y el Castillo de Bran —popularmente conocido como el Castillo de Drácula—.
Las puntos relevantes de esta ciudad son incalculables e increíbles a la vez. La ciudad en sí es una joya. Entre las visitan más recomendadas están el Museo de Historia, situado en el Ayuntamiento; la casa del Museo Mureșenilor; el Museo Prima Școală Românească, que expone libros antiguos; el Museo-Restaurante Cetățuia, ubicado en la antigua fortaleza del reloj; las fortificaciones de Brasov, de 1559; la Puerta Schei, de 1827; y la “piata” Sfatului o plaza del Ayuntamiento.
Otra atracción recurrente es la Iglesia Negra. El estilo arquitectónico es gótico y fue construida en el siglo XIV, pero su característica más destacable, además de su arquitectura y belleza, es su historia. Originalmente fundada como Catedral de Santa María, la iglesia quedó prácticamente destruida tras un gran incendio causado por fuerzas invasoras austríacas el 21 de abril de 1689. Luego de haber sido reconstruida, se le cambió el nombre a Iglesia Negra. Además, Brașov es la sede del festival de música internacional El Ciervo de Oro, donde han cantado famosos como Tom Jones, Ray Charles, Christina Aguilera.
Las iglesias de Moldavia, entre lo mas fascinante de la lista de los 3 sitios cautivantes de Rumania
Situados en el distrito de Moldavia, los monasterios e iglesias son simplemente deslumbrantes.
Construidos entre el siglo XV y el XVI, los monasterios sirvieron de barrera protectora contra los ataques otomanos del este. Su particularidad yace en las construcciones mismas, encargadas en parte por Esteban el Grande y en parte por su hijo Petru Rareș. Tras la muerte de su padre, Rareș continuó la construcción de iglesias que celebraban las victorias de Esteban el Grande. Luego, contrató artistas para que a esas iglesias —muy particulares en sus estructuras— se les agregaran frescos en las paredes internas y externas. Así, cada espacio está cubierto de pinturas religiosas.
Ocho de estos monasterios fueron incluidos en el listado de sitios catalogados como Patrimonio de la Humanidad, con la denominación de Iglesias de Moldavia.
